21/5/10
LETRA MENUDA
Todo el tiempo la tuve ahí delante, tan apetecible, tan silenciosa, alejada de mis garras. Año tras año la miraba. Parecía no tener dueño. No mostraba ni un solo cartel de venta, alquiler o traspaso. Sus escaparates se llenaban de maniquíes desnudos, nostálgicos de un tiempo glorioso. Los cristales de sus puertas dejaban ver sus expositores sin mercancías. Sólo el sol le acompañaba en su vejez. La envidia de todas las tiendas de la calle, postergadas por una taciturna sombra. Siempre soleada. Siempre arrogante.
Aquella mañana apareció aquel minúsculo cartel: Se alquila, llamen al 985 33 12 12. El ser el primero en llegar de entre todas las tiendas del barrio, iba a servir para mi propósito. Llamé atropelladamente. La voz amable me aseguró tener ya algunas ofertas. Las mejoraría, le dije. Intentó darme evasivas. Le corté la respiración. Mi cifra no había sido pronunciada hasta ahora. La firma del contrato fue aquella misma tarde. Me mandó mirar la letra pequeña. Era tanta que dejé de leer aquella pesadez de tonterías. Nos apretamos la mano. Nunca más la volvería a ver.
Hoy he llegado más temprano que nunca. Abro sus puertas y penetro. No me quedan sueños que cumplir. Miro a la calle desde dentro. Los nervios me juegan una mala pasada. No parece mi calle, mi ciudad, mi época.
-Buenos días señor. Sus dependientes le damos la bienvenida.
¿Qué dependientes? ¿De quién es toda aquella mercancía? Las entradas están hasta los topes de clientes. El sol apenas se refleja en los cristales, sin llegar a intimidar a la oscuridad del interior. No puedo salir. No puedo llamar. No puedo parar. Ahora tengo mucho tiempo para leer la letra menuda.
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Ostras, el alquiler venía con premio... Ahora tendrá tiempo para leer la letra pequeña y para arrepentirse de no haberlo hecho antes...
ResponderEliminarAbrazos
Si es que la letra pequeña hay que leerla siempre, que luego pasa lo que pasa... que el mundo no era como tú lo veías desde fuera... y una vez dentro, es imposible salir :)
ResponderEliminarMe ha gustado tu blog
ResponderEliminarTe sigo, nos seguimos leyendo.
Que dios te me llene de bendiciones para ti, tu familia y tu blog.
Eso le pasa por no leerse la letra pequeña... Seguro que aprendió la lección.
ResponderEliminarBesitos de jengibre.
Hola blogamigos
ResponderEliminarCanoso: Siempre nos engañan con lo mismo, la letra pequeña. Es un placer tenerte aquí, en mi blog, espero no darte letra pequeña.
Virginia: Hola de nuevo, poder contar contigo es también una gozada. El mundo da igual como lo pongamos, ellos acaban situándolo donde les apetece.
Remirl: Será todo un honor poder contar con tu presencia.
Jengibre: Da lo mismo que la leyera, en algún punto le darán la vuelta y como si nada. Tu presencia es un orgullo para este blog.
A los que sé que estáis ahí por mi contador, gracias.
Blogsaludos