Cada vez que abro los blogs, mis blogs de lectura, tengo la mano preparada y mis pensamientos Van al Aire. La frescura de sus entradas, en su mayoría poéticas, me hacen correr por ellas arriba y abajo, alegre de estar otra vez con Rosa. Sentirse a gusto apenas empiezas la lectura, en casa, con los pies subidos a la mesa y una sonrisa cómplice con su autora. La Niña Rota es un micro inquietante, que te enseña el significado de la palabra desasosiego. Ya me callo, que has vanido a leerlo.
Un día cualquiera, como tantos
otros, vino a nacer en un minuto La arroparon con caricias, besos amorosos y
dulces palabras.
La amamantaron con genio y decisión,
quizás con demasiado genio, algo que le pasaría factura a lo largo de su vida.
La vistieron con ropas bonitas que
hacían que luciera guapa y graciosa, La mostraron por las calles y causó
admiración por donde pasó.
La niña de gesto dulce y grandes
ojos miraba todo con asombro, alzaba sus manitas y lucía su sonrisa para captar la atención.
Le regalaron un caballito de cartón
y trotó con él por su imaginación, cuando se cansó lo destripó y comprobó con
rabia que no había nada dentro. Su curiosidad la llevó a romper muñecas,
relojes, cajas de música y todo lo que caía en sus manos.
Se sentía frustrada, quería entender
como funcionaban las cosas, quería encontrar su alma y lo único que conseguía
eran regañinas.
El afán de romper y las rabietas por
no conseguir sus propósitos hicieron que su ceño estuviese continuamente
fruncido.
Ya no llamaba la atención, su adusto
gesto repelía las caricias, las palabras de cariño y las miradas dulces. ¿Qué
le pasaba? Eran tan fuertes sus ganas de destruir que no podía evitarlas, la dominaban.
Sabía que no estaba bien, pero no podía parar.
ROMPER, ROMPER, DESTROZAR.
Ya no quedaba nada, nada para
manipular, ni siquiera el cariño de sus padres ¿Qué hacer?
Fue hasta la cocina abrió un cajón y
lo vio, brillante, afilado y no lo pudo evitar, lo cogió.
En su habitación, entre muñecas
rotas, hojas de cuentos arrancadas y marchitas, cuentas de colores
desperdigadas, lo decidió.
Miraría debajo de su piel. Eso
haría. Cortó, cortó, hurgó y revolvió. Ríos rojos inundaron su habitación.
Se fue durmiendo, desdibujando. Y
allí quedo rota, como sus juguetes y sus cosas.
Su nombre de blog deja claro desde el primer momento lo que vas a encontrar: Sucede que no me Canso de SER. Ser un escritor como la copa de un pino, gustarle las historias truculentas y bordarlas, descifrar en su blog el secreto de la palabra... Sucede te regala sus micros con la generosidad de un gran relatista. Demostración Empírica es un micro que sirve de tarjeta de presentación, podía haber elegido muchos de ellos, de echo me costo escoger, leelo y disfruta.
DEMOSTRACIÓN EMPÍRICA
El aire quema
aquí dentro. El invariable tono de su voz y lo poco que me seduce lo que
cuenta, me inducen a un incómodo letargo. No lo aguanto, así que poniéndome en
pie, y después de disculparme, me marcho. Kant, que sabía tanto como yo de la
predisposición del hombre al mal, también se habría levantado ante el empeño
del ponente en tratar de certificar en boca de otros que la inclinación natural
del ser humano es "indudablemente" bondadosa. Estoy harto de esas
teorías, pues yo, que no hago nada por ser ni bueno ni malo, tiendo a la
iniquidad con una facilidad dantesca. En el número seis de la avenida de los chopos
mis manos tratan de explicarle a ese bocazas que las ganas de matar no se hacen
sino que nacen. Ya no habla.
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