Siempre ha sido un egoísta: su plato a la hora convenida, su periódico perfectamente doblado en su butaca del salón, su vaso siempre preparado al lado de sus botellas, su… no quiero ser grosera así que cambio de tema. Y ahora le da por no dirigirme la palabra, entrar en la cocina cuando yo no estoy, dormir en el sofá de la sala, salir y entrar cuando quiere… Tengo los nervios que me patinan por mi corazón. Por si fuera poco, las cotillas del barrio han empezado a cuchichear por las tiendas. ¡Qué les importará a ellas nuestras vidas! Yo le quiero. Sé que podría ser muchísimo mejor, pero los años te envejecen al lado de la rutina del amor. A veces me apetecería soltarles a la cara cuatro frescas; meticonas, so meticonas. Imaginaros que han empezado a decir que de nuestra casa sale un hedor insoportable. ¡Pamplinas! Envidia todo. Siempre me han envidiado mi hombre. Es tan guapo.
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El olor es tan fuerte que la h ha huido del hedor. Y algo ambiguo; parece que ella no quiere ver la situación tal y como es.
ResponderEliminarRomper con las rutinas es algo que cuesta mucho. El amor es ciego y el olfato se atrofia...Jeje.
ResponderEliminarAdivin, me ha encantado.
Besos desde el aire
Genial, Adivín.
ResponderEliminarAl convertirse en fantasma, cambió de hábitos.
Un abrazo, amigo.
Cuando las relaciones se vuelven rutina y se enquistan, siempre hay algo que acaba oliendo a podrido, aunque no se quiera oler.
ResponderEliminarUn beso que abre las ventanas
jajaja sus envidias han podrido eso que dicen que huele, pero nahhh no huele na de na. Habladurías puras.
ResponderEliminarSaludoss
ni puto caso a las meticonas....
ResponderEliminarenlazado me queda usted...
ResponderEliminarCuando la rutina te atrapa hasta la muerte, te ciega de tal forma que te impide darte cuenta del desamor.
ResponderEliminarMe ha gustado el micro, volveré. Además, siendo de Xixón con más motivo ¡oh!
Mandote un besu.
Rutina, desamor y muerte ...triste micro para este friísimo lunes cordobés. Tené piedad, Adivín, que acá estoy en invierno...
ResponderEliminarGran beso para un gran hacedor de micros
Uis, el hedor... mala cosa..
ResponderEliminarCasi seria mejor ir cambiando de casa... o de estratégia..
Tal vez si ella entiende que se está mejor sola...y que no hace falta ser condescendiente...
Ummm me callo ,me callo...
Besitos mágicos, Serafín
Bueno, que es una señal bastante contundente...
ResponderEliminarMe has hecho pensar en mis vecinas...jajaaaaa
Un saludo grandote, Adivín. Buenas noches.
Uf, bueno, tuve que leerlo dos veces, la segunda haciendo pausas, pero sí me gustó. Saludos.
ResponderEliminarUna historia bastante maloliente... pero es lo que tiene la descomposición de un animal...
ResponderEliminarAbrazos!!!
Por un momento pense que hablaba del gato!
ResponderEliminarMi imaginaciòn no descansa.
Muy bueno, Adivin.
Estupendo microrrelato de barrio con un final muy negro. Me ha gustado mucho esa mezcla.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias a todos por estar ahí, más tarde os contestare uno a uno.
ResponderEliminarBlogsaludos
Me huelo que no va a ser un final feliz.
ResponderEliminarHola Montse, gracias por el hedor, como ves lo he visto tarde.
ResponderEliminarHola Rosa, vamos a acabar diciendo que el amor es un rosal de olor...
Hola Torcuato, vaya muerto que se echaron encima las vecinas...
Hola Odile, por mucho que uno quiera, acaba saliendo el muerto.
Hola Imelce, ¿verdad que era un olorcillo de nada? Si hay gente que protesta por cualquier cosa.
ResponderEliminarHola Lou, los meticones estaban mejor donde yo te dijera.
Hola Esperanza, el desamor duele y huele en cualquier parte.
Hola Patricia, lo siento, los del hemisferio norte nos creemos el ombligo del mundo.
Hola Gala(tea), verdad que a veces te empecinas en algo y de ahí no sales, ni aunque huela.
ResponderEliminarHola Luna, solo faltan las señales de los extraterrestres de Encuentros en la Tercera Fase.
Hola Yun, encantado de que te haya gustado.
Hola Sucede, allí se descompusieron hasta las vecinas.
Hola Malena, en ese piso creo que hasta las arañas no descansan con ese hedor.
ResponderEliminarHola Nicolás, te ha tocado una buena para tu primer comentario, por favor abre las ventanas del blog.
Hola Cybrghost, tienes un olfato de sabueso, cuando salgas deja abierta la puerta del blog.
Blogsaludos a todos
La rutina... esa gran asesina del amor... Lo malo es que no suelen atreverse a romper con ella... Dicen que "los hombres sueñan con la libertad pero están enamorados de sus cadenas" y he comprobado que es cierto... doloroso pero cierto...
ResponderEliminarLo siento, me temo que no ha sido un buen día y no estoy en mi mejor momento...
Besitos de jengibre.
Tu hombre egoista, eso si muy guapo, tus vecinas meticonas, tu casa desprende malos olores... todo esto esta a la orden del día, pero y tú que quieres hacer, si tuvieras la oprtunidad de cambiar algo, que cambiarias al egoista por ti misma y la posibilidad del generoso, mandando la rutina al olvido ó cambiar de vecinas y te quedas con el egoista, el hedor y claro está el hombre guapo del sofá...
ResponderEliminarHola Jengibre, en el micro se describe un amor muerto, que se guarda pero ya huele, amor que espero nunca conoscas.
ResponderEliminarHola Carmeloti, un hombre guapo pero hace algún tiempo fiambre, con todo lo horrible de esa hermosura muerta.
Blogsaludos a las dos