Cierra la ventana, cansado de mirar por ella, y se esconde
tras los visillos mientras deja caer lágrimas de sonora distancia. El correo le
hizo saber su categoría de abandonado. Ella dejó su lecho para agazaparse entre
los mimos de un amante, más firmes que los suyos, siempre dolientes y apenados.
Nunca fue capaz a tomar una decisión; repetía
una y otra vez sus dudas, sus desvelos. Era un infeliz: perro herido necesitado
de grandes lametones. La carta llegó a su piso armando un estruendo silencioso,
lo dejaba, se marchaba de su vida sin apenas dejarse ver. Sus ojos no querían
posarse por la herida carta, el raspón dentro de su alma lo dejó apesadumbrado.
El sobre traía el remite al que le tenía que mandar sus cosas: su ropa, su
tocador, su colección de postales, sus bombones inacabables, sus joyas
valiosas, su maleta italiana, su suave visón, sus chinchillas calentando el
sofá, su cuchillo…
.
cuento muy intenso .. como una vida entera en un solo sobre .. bueno ..
ResponderEliminarAdivín las despedidas con desamor duelen y más si sabes que el otro/a se marcha acompañado.
ResponderEliminarMuy buen relato, con sentimiento.
Un abrazo.
Que dolor... encima de solo le toca hacer las maletas...
ResponderEliminarEl detalle del cuchillo...hmmm es la guinda que me faltaba...ya decia yo que tu estilo tenia que salir cuando menos lo esperara... solo falta que al susodicho no se le ocurra ninguna genialidad con tal instrumento...
Hmmm me callo , me callo...
Genial Adivin...
Besos mil...
Esas lágrimas de sonora distancia...Adivín que tristeza, y que final!!!
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gran intensidad como ya han dicho, mucho sentimiento. Y me inquieta ese cuchillo.
ResponderEliminarNo hay mayor intriga que un sobre cerrado, otra cosa es cuando lo abres.
ResponderEliminarUn abrazo
'Estruendo silencioso' extraordinaria metáfora. Dolorosa y terrible.
ResponderEliminarEl cuchillo con el que terminás el micro, se clava en el alma.
Bravísimo, Adivín
Me permitís llevarlo a mi página?
Mucho sentimiento e intensidad en este micro de despedidas. Inquietante ese cuchillo, muy inquietante.
ResponderEliminarBesitos
y después del amante, llegó la despedida en una carta traidora, (¡por carta!) Quizá el cuchillo se lo podría quedar...
ResponderEliminarBesos
Se llevó el cuchillo y le dejó la herida...
ResponderEliminarBlogsaludos
Yo le enviaría solo el cuchillo, para que quite la venda de sus ojos.
ResponderEliminarBesos
Acaba de desaparecer mi comentario. Decía que ya no le hace falta el cuchillo salvo que esté buscando una nueva víctima. Buena crónica de un triste y doloroso abandono.
ResponderEliminarUn abrazo,
Me encanta como lo has terminado!!
ResponderEliminarTriste pero muy bueno!!
Abrazos!!
Abandonado. Una herida silenciosa...
ResponderEliminarSaludos grandotes,Adivín.
(Lo de tu mensajito: será un honor)
La carta llegó a su piso armando un estruendo silencioso, lo dejaba,
ResponderEliminarque genialidad esas palabras...
Me gustó.
Saludos y felicitaciones.
Todos repararon en el cuchillo. Yo haría dinero con las joyas valiosas y las chinchillas. Pero claro, no da imagen de abandonado. Saludos.
ResponderEliminarPor lo que se puede adivinar de él y los efectos personales de ella, me da la sensación de que eran polos opuestos. No se daban lo que necesitaban mutuamente. Y respecto a Sarcófagos en tus microinvitados la respuesta es: Gracias, me hace mucha ilusión. Te contesto aquí porque no sé de cuanto tiempo dispongo para estar mirando blogs y quería darte la contestación cuanto antes mejor. Un saludo.
ResponderEliminarEres bueno, Adivín.
ResponderEliminarEste abandono se siente como si fuera propio. Y el final... inquietante.
Un abrazo.
Demasiado real y crudo... me gustó...mucho!!
ResponderEliminarHola Aikatherine, he entrado en tus blogs pero no he podido tener la suerte de conocer la lengua en los que están escritos. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarHola Nicolás, verdad que es terrible el desamor, duele y encima te apetece salir volando.
Hola Gala(tea), todavía me duele a mi... siento decirte que sí... el cuchillo es para...
Hola Rosa, creo que ya has leído el poema siguiente, sí, es el tuyo, haz lo que quieras con él.
Hola Cybrghost, se puede decir que a los cuchillos los afila el diablo.
ResponderEliminarHola Eduardo, veo que tienes enteros en correos. Los sobres esconden sorpresas y si son con cuchillos...
Hola Patricia, lo puedes llevar a tu página y hacer con él lo que tú quieras. No hace falta que lo pidas, en este blog puedes coger lo que quieras.
Hola Elysa, cuando el sentimiento se destapa en un micro, jo, a veces se sacan los cuchillos.
Hola Imelce, pero si se queda el cuchillo, a la policía le va a encantar...
ResponderEliminarHola Canoso, más bien utilizaría el plural en las heridas: la física y la psicológica.
Hola Respirando, quizás la venda le sirva para hacer un torniquete...
Hola Esperanza, como ves, aquí estamos bien servidos de víctimas. Espero que las vacaciones te sienten bien.
Hola Sucede, eso es un piropo en el rey de los finales, gracias por él.
ResponderEliminarHola Luna, nos vemos aquí en breve.
Hola Escritor, cuando las palabras se juntan, tú sabes que no hay quien las pare.
Hola Dany, a veces somos flojeras y no nos damos cuenta de la que te puedes correr, este lo era.
Hola Montse, polos opuestos atraídos por la vorágine del amor-sexo y repelidos por el tedio. Nos vemos aquí.
ResponderEliminarHola MJ, estoy feliz de volverte a ver por el blog, tenía mono de palíndromos.
Hola Riol, me alegra que te haya gustado, a veces somos pozos llenos de dureza.
Blogsaludos a todos. Me encanta saber como lo veis vosotros, distintos o iguales, todos con matices, la libertad del lector que deja mudo al escritor si no le deja leer con sus ojos.
Es que esa carta era fea, fea ¿eh? una carta fea y una ingrata. Yo le comprendo perfectamente.
ResponderEliminarHola Dr Espinosa, imagino que a usted eso de cortar y rajar se le da estupendamente.
ResponderEliminarBlogsaludos