En la política vale todo, hasta meterse con un pueblo. El experimento lo ha realizado la diputada Rosa Díaz, baluarte de la desfachatez, el desprecio, la arrogancia, que ha respondido a una pregunta metiéndose con los gallegos. Mañana lo puede hacer con los asturianos, catalanes, andaluces…, y la retahíla nos puede llegar al final de esta legislatura. Esta señora, socialista de procedencia, nacionalista española de reconversión, puede acabar despertando de nuevo al nacional-socialismo si eso le conlleva votos. Tiempo al tiempo.
La nueva gesta religiosa ha inundado los Balcanes de generosidad, amor y proeza. La generosidad que ha tenido Radovan Karadzic con el pueblo de Bosnia-Herzegovina ha alcanzado las cotas más grandes de exterminio, dado a capa y espada, a sangre y fuego, a muerte genocida, la más valiente de las muertes, solo comparable a la que Hitler nos concedió en la Segunda Guerra Mundial. Hemos de reconocer que este hombre ha extendido su amor a las fosas comunes, a los fusilamientos colectivos, a la intransigencia en una palabra; amor de verdad, entregado a nosotros con suma tranquilidad y tesón. La proeza la va a tener el tribunal de La Haya, aguantar a tamaño cerdo sin hacer un San Martín.
Las Olimpiadas de Invierno se instauran en la bolsa española. Zapatero se presentó a las competiciones de natación y salto de altura, con las duras críticas de Mariano Rajoy que aseguró que el presidente no sabe por donde anda. El jefe de la oposición se ha dejado fotografiar con los luchadores de pressing catch para dar una imagen de tranquilidad al país.
Antena 3 ha comprado los funerales de la aristocracia en exclusiva para alegrar su programación aburrida. Con dichos eventos esperan reflotar al canal que esta cayendo en una audiencia abierta sólo a los eventos religiosos de Semana Santa y a la muerte de Franco y sus exequias.
LA DECISIÓN
Ha habido un empate entre la A y la C, así que la solución la semana que viene con la nueva entrega de la blognovela. Intentaremos que sea una solución salomónica.
Desgraciadamente en política todo vale. Es por esas cosas (entre otras) que no me gusta ni la política ni los políticos.
ResponderEliminarBesitos de jengibre.
El mejor político, el muerto. Creo que ni así intentan dejar de engañarte.
ResponderEliminarBlogsaludos