Las aguas se tornan rojas acordes las olas van y vienen. Las focas migran de la playa expectantes con el placton que inunda su tradicional hábitat. Con sus gritos alborotan a todos los animales de la zona. Una ballena osada los mira incrédula. Sigue su curso sin variarlo un ápice. Nota cierto dolor próximo a su cola. Tal vez sea algún mal tropiezo con otro animal. El dolor se multiplica. El agua cambia a un rojo más intenso. Se vara en la playa, presa de aquel tormento. Apenas le queda un soplo de vida. El placton se retira satisfecho en medio de un cierto conato caníbal.
Muy buenos estos nuevos microrrelatos. El de la tortuga especialmente. Creo que estas perfeccionando la tecnica. Saludos.
ResponderEliminarLa ballena suspira... Sabe que esa playa será su final. Ha hecho un largo viaje para llegar a ella. Ahora sólo quiere descansar. Es demasiado vieja, ya nada es como antes. Las aguas limpias y azules de su infancia son ahora negras como el alma de esos extraños seres, pequeños pero crueles. No tiene sentido seguir vagando por un mar que agoniza.
ResponderEliminarBuen lunes y besitos de primavera.
Rebeldía? la unión hace la fuerza? me has dejado en ascuas.
ResponderEliminarAbrazotes
Elwatio, Jengibre, Jesús y Canoso, me alegráis el día con vuestro tiempo. Hoy en día parece que nos falta el tiempo, gastado en las vanalidades mayores. Creo que dedicar un minuto al blog de un amigo es grande, muy grande. No cogéia en mi habitación.
ResponderEliminarBlogsaludos
Jengibre, no pienses que se me va a pasar el microrrelato que me has dedicado. Confío que no sea el último que me dediques, ni el último que escribes. Hay muchas historias en el mundo de las pocas palabras, a veces es bueno ejercitarlas. El relato largo está bien, pero el corto está.
ResponderEliminarBlogsaludos
Ha sido mi primer microrrelato, y ha sido divertido. Así que no será el último, no te preocupes.
ResponderEliminarBesitos de primavera.