Amarilla, así se volvió mi vida, hoja de árbol esparcida por
tierra y al abrigo del helado viento. Amarilla, triste esquina de la cama donde
acurrucar los someros insomnios de mi crepitada amargura. Amarilla, pastilla
que protege mi estómago del vacío más chirriante. Amarilla piel; amarilla
soledad; amarilla vejez; amarilla. Ausencia de amor en un corazón abandonado a
su suerte, que solo sabe bombear incomprensión
a borbotones. Ruído ajeno que me saca de las cuatro paredes en las que escondo
mi debil respirar. Tiemblo al abrir el cajón, ese cajón, el del bullicio en la
muerta habitación. Miro cansado a mis pastillas, preso del desamor y de la
hastiada ausencia. Las cajas de mis píldoras deseadas son también amarillas.
Pienso en el abandono amarillo que tanto ansío. Lleno el vaso de agua que deja
paso a la primera. Amarilla bombilla mortecina de mis últimos mirares. La
segunda. Amarilla pintura blanca de amplios desconchones. Tercera. Amarilla
lágrima que arrolla mi vida. Cuatro. Amarilla palabra que nunca sale de mi
boca. Cinco. Amarilla lengua cansada de lanzarme inusitadas grageas. Sexta.
Amarilla oscuridad que se aproxima. Septima. Amarilla. Octava. Amari… Novena.
Ama… Décima. A…
.
.
Muy adecuado el color para esas sensaciones de desesperación, de decrepitud y de indignidad. La vejez, lo mires como lo mires, es amarilla. Y lo del envejecimiento activo, me rio yo. Un abrazo.
ResponderEliminarHabríamos de ir cambiando color, para ver la vida bajo otro cristal.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
La vida se torna amarilla, como el tiempo que vamos viviendo.
ResponderEliminarSaludo enorme, Adivín. Que tengas lindos días.
Hola Adivín...
ResponderEliminar¡¡¡que delicia leerte!!! Pero no creo que la vejez sea amarilla, creo que es más bien gris... o por lo menos a mi me lo parece. Color de la invisibilidad y del olvido...
Y tu relato no es gris, ni amarillo... es cautivador como un arco iris...
Besitos de jengibre.
El la estaba esperando,
ResponderEliminarcon una flor amarilla.
Ella lo estaba soñando,
con la luz en su pupila
Y el amarillo del sol
iluminaba la esquina
Reproduces de un modo conmovedor la tristeza de la enfermedad, la vejez y la soledad. Esa primera caída de la hoja amarilla se lleva al lector a ras de suelo, roza los tonos más melancólicos y lo deja sumido en unas sensaciones que el tono lírico hace muy intensas.
ResponderEliminarEs extraño decir que es triste y bonito.
Abrazos.
No es el color, sino la atmosfera que contiene este relato lo que me produce desazón. Si cambiáramos amarilla por violeta, me sentiría igual.
ResponderEliminarEs tremendo, Nel. El desasosiego crece a medida que leemos. Si escribir es hacer sentir, tu lo logras con creces.
Un abrazo.
La lectura de tu micro me ha dejado una sensación agridulce: me gusta cómo lo cuentas pero la historia duele mucho.
ResponderEliminar¿El título es Sensaciones Amarrila? Imagino que esa "r" demás es una intrusa...
Saludos
Es conmovedor, Adivín. Me voy envuelta en amarillo...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Emocionante cómo describes la sensación amarilla. Todo el texto duele, pero apresa. Encoge el corazón, que palpita desolado entre amarillos, consigue que se huela el abandono y la tristeza.
ResponderEliminarEl amarillo es un color fuerte y vital, demasiado vital cuando nos acuna la melancolía. También, tiene tradición de ser un color de mal agüero, desde que Molière se pusiera tan malito en escena cuando iba vestido en ese tono, para morir poco después.
Describir sensaciones es apasionante y difícil, Adivín, y tú lo has hecho de una forma muy certera. Me ha gustado mucho.
Un fuerte abrazo.
Me absorbiste en una espiral monotonal, de amarillo que yo me imagino pálido, eléctrico y plastificado. Como las pastillas.
ResponderEliminarLa sensación de ahogo, de ausencia, de tristeza y sopor me ha invadido, lo cual me ha preocupado porque tengo en el botiquín una cajita amarilla que...
Por mucho que se repita la palabra no me molesta. El recurso me parece bien administrado para lo que quieres transmitirnos. Felicidades.
Abrazos Nel
Qúe bueno este relato, es triste, sí, pero como dice Isabel: apresa desde el principio hasta el final.
ResponderEliminarNo es fácil describir la cadencia cansada de esa última cena a base de pastillas...
Un saludo.
La forma más poética que vi yo de narrar un suicidio. Precioso.
ResponderEliminarPD: Discrepo de Mar en su visión de la vejez, con conocimiento de causas y casos.
Ufffffffffff Adivín!!! amarillo y encogido me has dejado el corazón...
ResponderEliminarBesos de colores desde el aire
Dicen que el amarillo es desprecio
ResponderEliminarEsa por ello quedo asociado a dolor...
Besos
No en vano, el amarillo es un color que pocos artistas desean, y este "artista" pierde la vida entre demasiado tinte amarillo, en una vida bien conducida y desgranada por tus palabras.
ResponderEliminarPrecioso micro, un beso
Nel, me has sobrecogido un poco el alma, ese amarillo del otoño que se va adueñando de todo se me ha tornado casi amarillo chillón por la melancolía que destila tu micro. Me ha llegado mucho, felicidades.
ResponderEliminarEs sobrecogedor como has conseguido utilizar ese color para ir anunciando ese final. Triste y hermoso a la vez tu micro.
ResponderEliminarBesitos
Un suicidio amarillo, lo mires por donde lo mires.
ResponderEliminarEs difícil asumir y convivir con la decrepitud y el abandono.
Un abrazo, Nel.
Caramba que amarilla tristeza nos has dejado con este relato!
ResponderEliminarMe ha entrado una angustia cromática...
Conseguido el objetivo!
Un abrazo!
;)
Despues de los anteriores comentaristas está casi todo dicho...ese amarillo de las grageas, ese amarillo de la imagen envejecida,ese amarillo, como comenta Isabel, el color de la mala suerte en los ambientes de teatro...
ResponderEliminarmira de ponerte los cristales de otro color, para que se puedan ver las mismas cosas, que existen en toda vida(cuando se tienen unos años)...pero con otro color o peor aún, cambia la mirada....uffff!¡qué dificil!
recibe mi saludo.
Hay una imagen literaria (no recuerdo cómo se llama)No es la repetición, tiene que ver con el sonido y el paralelismo como recurso. Tu lo has bordado...
ResponderEliminarEsa sensación "amarilla" deja con los sentidos tocados por el ritmo del texto y por el final acompasado...Ama,am,A...
Me ha gustado y ahora me doy cuenta que sobre negro tus títulos son amarillos...
Menos mala que tu tierra no lo es, es verde y azul...y cómo me gustó todo lo poco que conozco de Asturies...
Besicos
Hora de pintar la habitación, cambiar los muebles de sitio, poner en las esquinas unas macetas con arbolitos de interiores y darle volumen a los viejos discos.
ResponderEliminarSaludos, Nel.
Pienso en el final de la imagen como una hilera de pequeñas hormigas amarillas, como un rosario de pastillas amarillas que llevan a un amarillo sueño del que, en el tono amarillo de la tarde, no se despierta más.
ResponderEliminarEn el certificado de defunción, amarillo, como causa del óbito, el forense se atrevió a escribir: Causas naturales de pigmentos amarillos.
Un saludo.
Pues a mí me gusta mucho el amarillo, mi casa tiene todo amarillo, combinado con otros colores, porque a mí el amarillo me da alegría, no creo que sea el color quien te pone triste, habrá que saber que es, de momento….
ResponderEliminarCambia el chic y veras que poniendo color a tu vida, amor, y sobre todo sueños, el color ya no será importante. Un escrito muy triste, espero el próximo con nueva luz. Un abrazo.
Muchos relacionan el amarillo con la mala suerte, el mal fario...
ResponderEliminarMe gustó la metáfora... todo tu texto es un compendio de comparaciones y metáforas enlazadas... la palidez de las hojas simbolo de muerte...el temblor en la vejez, como el mecer de las hojas por el viento antes de caer al suelo...
Amarillo como las hojas de un libro viejo...
Como el color que toma lo descolorido...como la vida cuando se acaba...
Que gusto volver a tener un poquito de tiempo y leer...
Me encantó esta entrada Nel.
Triste, pero muy emocional.
Besitos desde la congelada Girona.
Estoy organizando un encuentro de blogueros en Barcelona para el sábado 10 de marzo....
ResponderEliminarHe pensado que tal vez pudiera interesarte conocernos personalmente y es una oportunidad de reunirnos.
Aunque me consta de la dificultad de la distancia...¡nunca se sabe!
Te envío un enlace y me dices algo.
Está abierto para todo el que quiera y pueda venir.
Aprovecho para saludarte.
Encuentro en Barcelona
Tu texto es excelente, me encantó el recurso... y, por cierto, me ha puesto a pensar en lo que transmiten los colores.
ResponderEliminarEn mi país (Brasil) el amarillo está relacionado a la cobardía, de hecho "amarelar" (literalmente: amarillar) es acobardarse, echarse atrás, arrugar... Luego me sorprendí cuando supe que en inglés sucede lo mismo, "to yellow" es (sic) cagarse.
En fin...
Te dejo un abrazo.
HD
Está claro que la muerte puede ser poética. Lorca lo hizo como nadie, y tú casi como él.
ResponderEliminarSaludos
Triste, ocre. Cuando se escribe esto se debe estar pasando mal o se está el escritor metiendo en vena del anciano. Como sé que eres un gran escritor, admiro esa capacidad de sentir los personajes.
ResponderEliminarNo hay color más apropiado para esa tristeza de corazón que describes.
ResponderEliminarSaludotes Adivín