21/1/10

EL TELÉFONO TENÍA UN PRECIO

No sé para que me acosté esa madrugada, apenas empezó el sol a calentar el teléfono sonó. No tenía fuerzas ni para arrojarlo fuera de la mesita; ni para pensar en coger la almohada y enrollármela por las orejas; ni para marcharme de la habitación, de la ciudad, del mundo… Al otro lado de la línea alguien tuvo la genial idea de colgar. Nunca me había sonado el teléfono tanto como los últimos días. Di media vuelta y me volví a dormir.


No sé para qué. Un cuarto de hora y vuelta a empezar. Lo mejor sería que contestara. Dicho y hecho.

-¿Dígame?

-Me van a matar, Manolo.

-¡Justo!

-Piense en reunir un millón de euros –la voz estaba desfigurada, seguro que Jengibre sabría tratarla para quitarle algún filtro que otro-, de lo contrario su…

-Justo, eres tú. Valió de juegos.

Sonido de colgar el auricular y el pi pi del comunicando. Era él. Vaya filtros de mierda. El muy cretino estaba cagado con lo de la mafia rusa y se hizo el montaje del secuestro para alejarse del escenario de la posible venganza. Con un resoplido de tranquilidad me volví a dormir.



La ducha me dejó ver el día soleado. Apenas hice una comida rápida y ya tuve que contestar de nuevo al teléfono. Esta vez era Pedro, nuestro conserje, el que me llamaba para darme un recado del abogado del periódico. Aquella tarde, a las cinco, se iba a leer el testamento del señor don Antonio del Pino y Anzueta en las oficinas de su notario don Segismundo de la Maza de la Plaza. Estaba entre los convocados a tal evento y se me rogaba puntualidad.

-Gracias, Pedro. Manda a alguien a casa de Justo cuando puedas.

-Es que está todo el mundo muy ocupado.

Le dije que no corría prisa y le conté por alto, y de una manera suave, toda la historia de esta mañana. Apenas colgado, tuve que salir a toda prisa para la notaría, ya que la convocatoria era apurada y un poco fuera de lugar, dadas las circunstancias que rodeaban al muerto, su periplo desaparecido y su espectacular aparición en la comisaría. Al dirigirme al garaje, alguien me pito de un coche aparcado en la entrada. Era Alejandro. No quería que me agobiara con todos los sucesos que estaban pasando, así que un dudó en ofrecerse como chófer. No me equivoqué al decirle que sí, conducía con gran tino, dominaba los atascos y ponía la misma emisora de radio que yo. Llegamos a la notaría a su hora justa.

-Los señores tienen copias del testamento en sus asientos. En cuanto las abran comenzaremos con su lectura.

En la sala estaban los hijos de nuestro jefe con su madre a la cabeza, el notario, nuestro abogado con lo que parecía ser un compañero de la firma y yo. Me aburría la voz del notario, tan anodina y lenta, capaz de hacerme cabecear y casi dormirme en el acto. Los hijos del finado me hicieron volver en mi con sus voces de júbilo cuando el notario leyó la parte en que decía que dejaba todos sus bienes a sus hijos legítimos en partes iguales. A partir de ahí apenas se oyó sus últimas palabras. Me miraron con desdén y me aseguraron que aquel iba a ser el último número del diario.

-No sean tan impacientes y esperen a escuchar lo que tienen que decir los demás –dijo enfadado el compañero de firma de nuestro abogado-. ¿De cuándo es este testamento?

-Es el último. Hace ocho años que lo redactamos para don Antonio y no nos ha mandado redactar ninguno nuevo.

-Será a ustedes. En mi notaría si lo ha hecho.

-¿Notaría? No le conozco, señor.

-Será porque soy de otra ciudad. Hace cerca de un año que don Antonio ha venido a nuestra casa y nos ha mandado redactar un nuevo testamento. Por cierto, muy distinto al que usted ha leído. Mañana, a la misma hora, será leído en el despacho de sus abogados.



     TÚ DECIDES    

Esta semana la decisión es la C. La semana que viene veremos reflejada vuestra opción en la blog novela. Recordemos qué habéis elegido:

C.-Cansados de tantos servicios que se echan para atrás y no pagan, han llegado a un acuerdo con la yakuza japonesa y a partir de ahora van a cortarle un dedo a todo aquel que intente tomarles el pelo.

Ahora vayamos con la decisión de esta semana. Tras haber encontrado el cadáver de don Antonio del Pino y Anzueta en la comisaría hubo mucha guasa con la nota que traía para el comisario Cepeda. Desde entonces, éste no descansa ni un minuto con los chascarrillos y las frases por su espalda. Ante esto, qué piensas.

A.- Se va a Cuba de turismo sexual y se encuentra con varios chocolatones que le cambian la vida.

B.- Le alquila un piso a Rosita y decide llevar su vida sin tapujos. Se compra un traje rosa y una camisa malva y se va a la comisaría a lidiar con los machos revenidos.

C.- Se lo llevan a un psiquiátrico a una cura de salud. Sus nervios no podían más y el estrés sube y sube de una manera galopante.

Ahora te toca a ti decidir.

10 comentarios:

  1. Difícil elección esta semana... ¡¡¡me gustan las tres!!! y me cuesta decidirme por una.

    De hecho optaría por fusionar a y b en una. Que se vaya a Cuba, allí disfruta tanto con los "chocolatones" que al volver decide salir del armario y vivir su pasión con Rosita..."

    Pero si hay que elegir, creo que me lo voy a pensar un poco...

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  2. Puestos a fusionar, yo fusionaría la B y la C, que el royo del psiquiátrico me tira mucho. Sin embargo, como hay que elegir, elijo la B.

    Muchas gracias por los ánimos, Adivín. Sigo estudiando a saco y de hecho ahora mismo estoy reventado y mañana más! Siempre hay tiempo para leerte a ratitos!

    Saludos!!

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  3. La verdad es que no me resisto a hacer una triple fusión de las opciones,
    pero como sólo e de elegir una... estoy indeciso.
    La A me parece demasiado idílica. La B es bastante graciosa y podría derivar un toque de humor a la historia. La C se transforma en algo mucho más sombrío que, a posteriori, podría derivar en consecuencias de alcance negativo para los demás personajes. No lo sé, tal vez me imagino que el comisario pudiera escapar furtivamente del centro en que está internado, convertido en un peligro para la sociedad debido a un colapso nervioso que le ha hecho perder completamente la razón. ¿Muy Batman?
    Hm... no lo sé... me encantaría ver qué ocurriría con el comisario en un hospital psiquiátrico, pero la verdad es que me gusta más la idea de verlo combatir las fuerzas del mal con ese atuendo.
    En limpio: Opción B.
    La C es demasiado, demasiado tentadora...

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  4. [Aclaración: Revisando el comentario, he notado que al final hay una frase que puede prestar a confusión. Eso evidencia que edité varias veces el comentario hasta decidirme por una opción. Por si quedan dudas... la opción que he elegido ha sido la B, y esa última frase de "La C es demasiado tentadora, demasiado tentadora" correspondía a una oración anterior].

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  5. Hola a los tres.

    Jengibre, sé que es dificil elegir. Las tres pueden llevar a la blognovela por su lado, de ahí su importancia. Piénsatelo y si no te decides, échatelo a suertes y quizás des en el clavo.

    Manu, sigue estudiando y mientras tanto mándale un e-mail a Cepeda para que se ponga una corbarta amarillo canario. Gracias por tú participación.

    Nicolás, gracias por la aclaración, aunque ma parece que se te ha entendido desde un principio. Eso nos pasa mucho cuando escribimos comentarios en los blogs, a veces nos invaden todo un mar de dudas. Manu y tú habéis elegido la misma opción, dándole de momento la victoria.

    Saludos a los tres.

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  6. Hola de nuevo.

    He meditado mucho y al final me he decidido por la opción C. El contenido de la carta que había con el difunto ha sido demasiado para los nervios del pobre Cepeda.

    Saludos.

    Ps: Buena suerte para los que estéis de exámenes.

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  7. Tomo nota, esto denota tu gusto por lo peligroso. Es la opción más cruenta y, aunque parezca fácil, tiene una dificultad oculta. Gracias por tú colaboración, espero poder algún día, que tú quieras, escribir algo juntos. Saludos.

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  8. Sí, me temo que suelo ser bastante arriesgada...

    Me encantaría escribir algo contigo, aunque me temo que mi técnica no es demasiado buena, digamos que son los personajes los que me guían a mi en lugar de yo a ellos... Sería todo un reto y me gustan los retos.

    Un saludo.

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  9. Es fundamental que el personaje también te guíe. Muchas veces piensas que te estás dejendo llevar y sin embargo te quedas corto. Todos tenemos mucho que aprender, y todos tenemos algo que enseñar, de la unión se hace la fuerza. Cuando quieras nos retamos a nosotros mismos y a veces de esos retos sale algo increíble.

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  10. no te creas, yo suelo dejarme llevar por los personajes. Y así va, los tengo mal acostumbrados y ahora no hay manera de llevarlos a donde yo quiero. XD

    Me gusta el reto, pero ahora no dispongo de mucho tiempo. El lunes vuelvo a mi vida laboral. Llevo 10 meses sin trabajar y mi horario no es muy flexible que digamos. Supongo que necesitaré unos días para adaptarme. Pero en cuanto lo haga, da por seguro que escribimos juntos... ¡a ver que sale!

    un abrazo y disfruta del domingo.

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