-Amigo don Manuel, no me parece lógico que usted piense que soy abogado del periódico venticuatro horas al día.
-Lo primero, no me trates de usted, me suena rancio. En segundo lugar, su nómina en el periódico abarca la de tres redactores, así que si ellos tienen un horario de venticuatro horas, tú también.
-Son distintas profesiones la de abogado y la de periodista, pero ya que hay confianza le diré que los hijos de su jefe han sido enchironados por intento de asesinato.
-No son ellos los que me preocupan ahora –le expliqué todos los pormenores con la mafia rusa, desde nuestras sospechas hasta nuestros tratos-. Como comprenderás, lo de esta tarde adquiere un color más negro. No sé lo que hacer.
-No creo que pagar, el diario no está tan boyante como para hacerlo, al menos hasta que se lea el testamento, si es que se hace algún día. Me parece muy bien que sean echados para adelante, pero la próxima vez consúltenme antes de actuar. Déjemelo a mi, me parece que conozco al bufete que trabaja con esa empresa que cotiza en bolsa. De nuevo les salvaré el culo. Váyase para casa y duerma unas cuantas horas seguidas. Entre la declaración en policía por el tiroteo de esta tarde y su preocupación por la mafia rusa, tiene mala cara.
-A la policía ni la hora en este tema.
-Piensa que soy tonto.
Llamé a un taxi para irme a mi casa, no tenía la cabeza para conducir. Me debió de ver la cara de ser de afuera porque intentó darme una pequeña vuelta que desistió al amenazarle con pagarle de menos y sacarle en el periódico. Apenas pude poner la pierna en el portal cuando sonó mi móvil, lo apagué según me había mandado el abogado. El ascensor seguía arrascando cuando pasaba por el quinto de los querubines de la bruja. Mi puerta continúa tropezando por abajo y al cerrar debo de hacerle un poco de fuerza. Me fui para el baño con la intención de encender el grifo pero me conformé con poder tirar de la cisterna y llegar a mi cama. Sus sábanas me hicieron el amor apenas me rozaron. Comencé un duermevela que se vio interrumpido por el ring del teléfono fijo. Lo ignoré. Seguro que pensarían que no estaba en casa. Me ajusté la almuhada a los oídos hasta que acabó su rugido. Llegó de nuevo el duermevela y con él un insistente teléfono. Lo cogí.
-Déjenme en paz.
Iba a colgar cuando reconocí su voz.
-Manolo, no cuelgues. Soy Justo. Me han secuestrado, Manolo. No sé…
-Le volveremos a llamar.
El pitido no me hizo colgar. Nada me hizo moverme. Esa voz metálica no la reconocí.
TÚ DECIDES
Esta semana tenemos la respuesta B como la ganadora por 3 votos contra 1 de cada una de las otras respuestas. Así que la venidera se reflejará esta respuesta en su desarrollo:
B.- El los váteres del cuartel de policía con una nota de amor para el comisario Cepeda.
Ahora le toca el turno a la nueva pregunta. Justo ha resultado secuestrado, quién ha sido el responsable:
A.- La madre de esos tres hijos maravillosos que han intentado matar al jefe del Diario de Independencia, su padre. Lo ha hecho por venganza ante la publicación por parte del diario de que sus hijos mataron a su padre.
B.- Justo que intenta hacer pellas para librarse de este modo de la venganza de la mafia rusa por contratarles en falso.
C.- La policía, para que los intrépidos reporteros del Diario de Independencia se estén quietos con sus escarceos detectivescos y se dediquen a lo suyo, escribir noticias.
Veremos cuál escogéis. Si queréis matizar alguna de las respuestas o dar ideas para la blognovela estamos abiertos a ello.
Bueno, está interesante el caso...
ResponderEliminarYo voto por la B.
Creo que Justo se ha querido librar de la venganza de la mafia rusa.
Porque no veo a los policías secuestrándolo, en todo caso lo detendrían por obstrucción a la justicia o alguna cosa así. Lo quitan de en medio igual, pero de manera "legal".
Saludos.
La policía es capaz de cualquier cosa Jengibre, en esta blosnovela pueden hacer lo que nos apetezca. Tú propón, que yo dispondré. Gracias por tú voto.
ResponderEliminar