MARTIN GARDELLA
Un microrrelato puede surgir en cualquier
lugar, inspirado en una imagen, en una canción, en una anécdota, en un libro,
en una película, en un sueño. No tengo reglas particulares para escribir una
historia. Surgen espontáneamente. Si las fuerzo, es probable que se nieguen a
salir o que no sean las mejores ideas. Esa es mi regla: la espontaneidad.
Luego, esa idea debo trabajarla para transformarla en microrrelato, utilizando
las herramientas de corte y corrección tan necesarias. Y mi blog “El Living sin
Tiempo” es el lugar donde las comparto por primera vez con los lectores, que en
definitiva son quienes les dan el sentido final a las historias.
Un buen ejemplo de lo expuesto, es mi micro
“El bumerang”, que traje para compartir con tus lectores. Este micro surgió una
noche, mientras hacía zapping frente a la televisión. Allí podía ver a un niño
que jugaba alegremente con su bumerang. Su cara de felicidad era inmensa cada
vez que lograba atrapar el artefacto volador en su camino de regreso. Se me
ocurrió pensar entonces qué frustrante sería si el bumerang decidiera no
volver. Tomé un papel, anoté la idea, y
seguí viendo la televisión por un buen rato. Algunas horas después, cuando pude lograr inspiración y el tiempo necesario para escribirla, convertí esa simple idea en el microrrelato que se transcribe más abajo.
El resultado es una historia corta, pero que
contiene de alguna manera muchas otras historias posibles, gracias al uso de
una analogía y el trabajo de
interpretación que todo buen lector de microrrelatos debe realizar. Espero que
sea de su agrado.
Agradezco a Nel por acogerme en su casa. Su
invitación ha sido una alegría enorme y un verdadero placer. Si la historia que
aquí cuento les agrada, los invito a pasar por mi Living. Allí hay muchos más
tragos como el que sigue, y hay canilla libre.
EL BUMERANG
Lo lanzaba al aire libre, y él volvía, siempre
volvía. Pero como ella era incapaz de aferrarlo antes de que cayera, terminaba
estrellado contra el suelo, lleno de dolor y resignación. Por eso un día se
cansó y no pegó la vuelta. Y se fue lejos, tan lejos, que ella pasó tres años
buscándolo, sin ninguna señal positiva.
Lo encontró de casualidad en una plaza del pueblo.
Otra niña lo tenía entre sus manos tiernas, se lo veía espléndido. Descubrió
así que su juguete predilecto ya no le pertenecía (y quizás eso iba a ser lo
mejor para ambos). Decidió entonces alejarse definitivamente, llevando consigo
una congoja insoportable; no iba a ser fácil conseguir otro igual.
Una década más tarde, se sorprendió al revivir esta
historia de manera casi idéntica. Esta vez, con el hombre de su vida.
SUSANA CAMPS
La página en blanco no suele llamarme; tiene
su vida, tranquila y autosuficiente, y puede arreglárselas estupendamente sin
mí. Soy yo quien, empeñada en llenarla, miro, escucho, pienso, leo, recuerdo...
y, si tanteo con cuidado el material en alguno de esos días en que estoy
especialmente sensible, puedo descubrir alguna rugosidad o punta de clavo que
me invite a armar una historia.
Enseguida trato de entender qué sentido
tiene el relato que se está formando. No me siento a escribir sin saber que el
contenido alcanza alguna profundidad, o bien que sabré controlar la tensión o
el juego si sólo me apoyo en eso. En caso afirmativo, empiezo el tecleteo,
aunque la experiencia sólo terminará a mi gusto cuando vea claramente el final:
si no tengo el cierre, no tengo el relato.
¿Qué más...? Casi nunca tomo notas, y casi siempre tengo prisa por crear un texto deslumbrante, lleno de un talento que paralice al mundo de una sola y certera estocada. Que salga en el Telediario y la CNN, vamos. Pero no me pasa... y ya me voy acostumbrando: sé que debo domesticar una frase despeinada, un ritmo que no fluye bien o alguna palabra mejorable mediante muchas, a veces interminables, correcciones.
El siguiente texto surgió de una espera aburrida en la peluquería. Todo el mundo sabe lo que ocurre si uno se mira fijamente en un espejo; el resto vino rodado. Y como tiendo a valorar lo trágico y profundo muy por encima del juego, “Escenas de peluquería” fue una de las mejores sorpresas que me dio el blog, porque los comentarios lo valoraron positivamente y me animaron a explorar, en posteriores textos, mi lado menos trascendental. A modo de agradecimiento y en especial homenaje a la generosa hospitalidad de Nel, hoy presento ese punto de inflexión, muy orgullosa, aquí.
ESCENAS DE PELUQUERÍA
Hoy, en la pelu, me he dado cuenta de que cuando no me miro a los ojos mi verdadera cara se deja ver en el espejo. He probado varias veces: me miro fijamente el pecho y, al instante, aparecen unos ojos gigantescos, redondos, grises, y el contorno de mi rostro tiene forma de pera al revés. Es un rostro mezcla de hormiga y extraterrestre, y no debería mostrarlo en público.
Al llegar a casa he ido corriendo al cuarto de baño a cerciorarme: efectivamente, el espejo me denuncia en cuanto me descuido.
Como sé que las peluqueras pueden fingir indiferencia mientras alertan al servicio de ufología desde la trastienda, no he tenido otra opción: he bajado a devorarla. Cuando la regurgito en la maceta de la pelu, sale tan trastornada que lo atribuye todo a la repetida inhalación de permanentes.
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Vaya par de invitados que tienes, Martín y Susana. Todo un lujo. Y muy interesante saber cómo encaran el acto de la escritura. Un saludo.
ResponderEliminarEsta es, Nel, una de mis visitas predilectas de la blogosfera, tu sección de Microinvitados. Por varias razones.
ResponderEliminarUna, tu ojo maestro a la hora de seleccionar a quien invitas.
Dos, porque los invitados suelen elegir un micro que para ellos es especial y por tanto suelen ser muy buenos.
Y tres, porque a mi me resulta fantástico conocer el proceso creativo de los autores. Es algo que siempre me enriquece.
De tus invitados de hoy, leo a Susana siempre que publica y no así a Martín; algo que corregiré desde hoy mismo.
Un abrazo a los tres.
Susana, me alegra leerte de nuevo y gracias por esceñarme este camino, nuevo para mí, hacia el micro.
ResponderEliminarAbrazos
Qué grata sorpresa me he llevado al asomarme hoy a tu espacio, me he encontrado con dos historias diferentes y cada una extraordinaria, no conocía a sus autores, ahora intentaré conocerlos un poco mejor porque me han enganchado. Gracias Adivin por traer tan magníficos invitados.
ResponderEliminarUn saludo,
Me parece genial el encunentro de los martes con micros tan interesantes y la presentación de la forma que se inspiran...es una lección magna !!!! txapeldun, felicitaciones!!!! gracias Adivin,
ResponderEliminares un espacio muy interesante.
Un abrazo desde de Bilbo, Begoña
Creo que es la segunda vez que te visito en esta sección Nel, es fantástica y que me ayuda a ampliar mi colección de buenas lecturas. A Martín ya lo conocía, a Susana, creo que me la tropiezo en algúna lectura común, pero seguro que la buscaré.
ResponderEliminarNel, este sección tuya de invitados es una fiesta. Hoy, particularmente engalanada con dos autores de excepción.
ResponderEliminarIntroducción y micros, sin desperdicio. Para leer, releer, aprender, aprehender.
Martín, no conocía este micro. Desde luego, ha sido un placer leerlo.
Susana, ya lo había leído, revisitarlo (expresión recién acuñada de este lado del mar) ha sudo una dicha renovada.
Abrazos a repartir
Felicitaciones por las participaciones, la explicación del inicio me parece bastante ilustrativa y útil. Los dos cuentos están para competir muy buenos ambos.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Pues sí, un lujo de artistas invitados. Conozco a ambos, y los sigo. Me parece muy interesante el concepto de espontaneidad de Martín, y la rigurosidad científica, orfebrería y oficio artesanal de Susana. Sin duda, ambos procesos se plasman con acierto en sus resultados.
ResponderEliminarAbrazos.
Estupenda idea, Nel. Esta es mi primera vez visitando el blog con publicaciones de invitados.
ResponderEliminarExcelentes ambos. Tanto las intro como los micros en sí.
Qué da gusto pasar por aquí en medio de un día complicado...
Logra que baje la presión y disfrute un instante de deleite.
Gracias y un beso grande!
Un lujo leer el proceso creativo de tan buenos escritores, y leer los excelentes microrrelatos que presentan.
ResponderEliminarAbrazos.
Como siempre un asección muy bien representada.
ResponderEliminarSobre todo me ha gustado Martín, porque he visto en este relato suyo,tintes de mi forma de ver el mundo.
Un saludo.
Hoy, dos invitados de altura, Nel. Un gusto pasar por aquí.
ResponderEliminarAbrazos,
PABLO GONZ
De estas sesiones que nos traes me gustan tanto los micros en sí como lo que dicen l@s autor@s de su forma de vivir los procesos creativos.
ResponderEliminarYa te digo: me han gustado los dos, pero "Escenas de peluquería", de Susana Camps está genial y me ha hecho sonreír.
Saludos
Aún recuerdo ese "Escenas de peluquería" de Susana. Y a Martin Gardella no lo conocía pero eso lo voy a solucionar enseguida.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho conocer el proceso creativo de tus dos invitados.
Besitos a los tres
Fantásticos microinvitados. No conocia ninguno de los dos, pero reconozco que me han gustado.
ResponderEliminarInquietantes y originales micros.
Gracias Nel, por acercarnos tan buenos escritores.
Tu casa, es una cajita de sorpresas, llena de genialidades.
Besitos, esta vez si, desde mi mediterráneo.
A salto de mata (el ordenador lo tengo tartajoso y rebelde), he leído los dos micros y los he disfrutado, lo mismo que las explicaciones que sobre el proceso creativo dan sus autores.
ResponderEliminarUn placer pasar por tu espacio.
Abrazos.
Un placer leer ambos autores, ya conocidos pero nunca bastante y muy interesante el proceso creativo de ambos.
ResponderEliminarEstamos de enhorabuena los lectores
Saludos
Me encanta esta sección. Disfruto muchísimo asintiendo con la cabeza cuando coincido en algún detalle, y sorprendiéndome cuando examino las diferencias con el resto.
ResponderEliminarEl micro de Susana es genial ..¿quién no se ha mirado alguna vez en la pelu creyendo que la imágen del espejo es la de la señora de al lado? ...
A Martín Gardella no le conocía pero este puede ser un buen inicio.
Gracias por tu sección Nel, es un placer venir por aquí. Abrazos múltiples.
Es un placer pasar siempre por tu casa Adivín y encontrarse invitados tan geniales como Susana de la que soy fiel lectora Y Martín al cual no conocía pero que me ha ganado como lectora hoy y aprender tanto, tanto de sus métodos y de sus textos.
ResponderEliminarGracias y besos desde el aire a los tres
Felicitaciones a los autores y a ti por presentarlos.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que todos creemos lo mismo, un excelente espacio con amigos de gran talento.
ResponderEliminarConozco más a Susana, pero Martín es también un gran escritor.
Un abrazo a los tres.
HD
Tarde, pero llego. Menudos invitados tienes hoy. Ambos dos escritores excelentes, magos del micro. No conocía ninguno de los dos textos y he disfrutado mucho. El bumerang, como la vida misma, y Escenas de peluquería, divertido y sorprendente. Te felicito Susana por ese lado "superficial", te ha quedado de lujo. Un abrazo para ambos y otro para Nel, por su hospitalidad.
ResponderEliminarQué interesante leer cómo escribís. Gracias por compartirlo. A Martín no lo conocía, a Susana sí, claro.
ResponderEliminarAdivín es de una gran generosidad esto que haces.
Tres abrazos.
Pareja de ases traes hoy a esta partida, muy buenos ambos. A Martín lo conozco y leo desde hace tiempo, Susana reconozco que es una asignatura pendiente, pero que sin duda voy a aprobar ya :)
ResponderEliminarMagnífica selección de autores y de micros.
Enhorabuena, Adivín, esta de las secciones que hay que visitar, sí o sí.
Dos microrelatos de lujo!!!, gracias por compartir esos momentos y circunstancias de inspiración... cuando las ideas y palabras fluyen es el momento preciso, no lo dejes para después...
ResponderEliminarUn abrazo
Muy buenos ambos.
ResponderEliminarInteresantes apuestas de lectura cautivadora.
ResponderEliminarGracias por compartirlas. Son de obligada y grata visita.
un abrazo.
Gracias al generoso Nel pudimos conocernos. Les agradezco a todos por sus palabras de elogio y aliento. Me alegra que esta invitación haya servido para unir nuevos lazos, llegar a nuevos lectores, y ganar nuevos amigos. Mi living sin tiempo tiene ya 3 años en la web, y publico también en la Internacional Microcuentista, pero sigue siendo muy grande la alegría cada vez que un nuevo lector llega hasta mi casa. Gracias querido Nel por abrirme las puertas de la tuya, se siente muy bien estar aquí.
ResponderEliminarNos seguimos leyendo.
Un abrazo a todos.
Martín Gardella
Olvidé mencionar que fue un honor compartir esta entrada con una gran microrrelatista como Susana Camps. Mi microrrelato, al lado del suyo, adquiere un mejor color. Gracias Nel! Un abrazo
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