Cobijo en mi interior la sensación
de que el agua se oculta bajo la mar
del magma ardiente de la vida,
anhelando la calma después de la guerra,
del topetazo desalmado de la existencia.
Cobijo en mi interior la sensación
de que el sol ciega a las estrellas
en mitad de la concupiscente noche,
temeroso que las caricias tenues de luz
escondan ladinas las penas sentidas.
Cobijo en mi interior la sensación
de que la lluvia alienta al viento,
exhalando trompetas de traición
y rociando de inmundicias la existencia,
mientras el agostamiento rompe mis venas.
Cobijo en mi interior la
sensación
de que la sequía suplica a la abundancia,
saturada de sentimientos encontrados,
que deje entrar las ánimas afligidas
por sus esclusas vívidas de sinrazón.
Cobijo en mi interior la sensación
que tú, sí tú, has dejado de quererme.
Acuérdate que el próximo 5 de enero volverá Villapalofrío a este blog con un cuento de navidad, para entonces ya será 2015 por lo tanto te deseo feliz año y que pases unas fiestas cuando menos tranquilas. El día 19 de enero volverá una nueva sensación que espero te complazca. Hasta entonces.
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