5/1/15

CUENTO DE NAVIDADES NEGRAS


Mis padres no soltaban prenda de adonde nos dirigíamos. Era todo muy extraño. Una familia de tres miembros, víctima del paro, consumido hace algún tiempo el subsidio de desempleo, había alquilado un tráiler gigantesco para una mudanza repentina, sin saber muy bien de dónde saldría el dinero para tal dislate.
-Ten confianza, verás qué sorpresa te vas a llevar –repetía mi madre como si fuera una letanía de mi abuela.

Me entraban ganas de gritar, de pedir socorro cada vez que pasábamos por el medio de algún pueblucho. Llegamos a una desviación que rezaba: Villapalofrío, ni cortos ni perezosos la tomamos. No lejos de ella se hallaba un pueblo con ínfulas de ciudad.
-Por favor, me puede indicar el camino para Villa Jardín –preguntó la incauta de mi madre mientras bajaba la ventanilla.

La lugareña nos observó con miedo en sus ojos y no contestó. Mi madre tuvo que repetir la pregunta unas cuantas veces más con resultado parecido, por no decir igual. Todo cambió al dar con una piba muy amable que no dudo en montarse en nuestra matraca y guiarnos. El lugar no se encontraba muy en el centro que se dijera, incluso había cerca de un kilómetro sin viviendas antes de llegar a él. La zona estaba llena de chalets, sin apenas personas por la calle y con pintadas que anunciaban que nos encontrábamos en el “barrio negro”.

-Pues aquí me quedo yo. Su chalet es el número siguiente. Parece ser que vamos a ser vecinos –se bajó de golpe mientras me guiñaba un ojo.
El tráiler de mudanzas se había encargado de dejar abierto de par en par el portón. Entramos con la matraca y mi extrañeza se convirtió en alucine: o íbamos a trabajar allí como criados, o nos lanzábamos a la vida de okupas. Ante mí se presentaba una vivienda descomunal, un jardín inmenso, una piscina tan grande como nuestra antigua casa y un embarcadero con su bote flotando en el río. Todo era flipante.

 

Los primeros días fueron como una fiesta: los tres metidos en el chalet, vagueando a lo ricachón, disfrutando de cada centímetro del lugar y sin preguntarnos nada en absoluto. Todas las mañanas aparecía una señora con nuestra compra, hacía todas las tareas de la casa y preparaba la comida para la jornada. Sin duda nos había tocado la lotería, o algo parecido.
Un buen día surgió de la nada un hombre a quien mi padre llamó el conseguidor. Me acuerdo que me traía un uniforme de colegio privado, una mochila y todo lo necesario para hacer a un chaval infeliz. Me dijo que mi vecina me vendría a buscar, que me preparara, mientras les preguntaba a mis padres si estaban listos para el curro. Todo aquello me olía mal. Bueno, lo de mi vecina no.

Fue el colegio más pijo que vi en mi vida. La piba resultó ir a mi curso, a cuarto de la ESO, ser mi compañera de pupitre y mandar sobre todos los demás alumnos del grupo. Hasta el que parecía un musculitos callaba cuando ella le lanzaba miradas asesinas. Enseguida noté que me guardaban el mismo respeto que a ella. Incluso los profesores gastaban una amabilidad que no era de recibo.
De vuelta a casa conocí a todos los habitantes jóvenes de Villa Jardín. Regresábamos juntos a los chalets, como si fuéramos una banda dirigida a toque de miradas de la piba. Me acompañaron hasta mi chalet y se despidieron uno a uno de mí. Mi vecina traspasó la puerta, me acompañó hasta mi habitación y se sentó en mi cama. Sin yo pedírselo, la piba me aclaró lo que estaba pasando. Mis padres habían sido contratados por una empresa de prestamistas de la ciudad. Madre se incorporaría a sus contables y padre a los recaudadores de deudas impagas. Villa Jardín era el lugar donde vivía toda la gente que trabajaba para empresas de esa calaña. No me importó, por primera vez en mi vida era alguien.

 

Un buen día me despertaron los gritos de mis padres. Él se negaba a realizar algo y ella decía que de no hacerlo nos hundiría la vida. A él le importaba un comino, no estaba dispuesto a pasar por ello. Ella aseguraba que nunca había mantenido un empleo, cada vez que le intentaban ascender se venía abajo. Un cómo se nota que no lo tienes que hacer tú zanjó la discusión. Los ojos se me empezaron a abrir.
A la mañana siguiente, cuando iba para el colegio, el conseguidor me salió al paso. Me dijo que la piba le había informado que lo deseaba ver. Le expliqué mis intenciones. Se rio abiertamente. Aseguró que tenía más agallas que mi padre. Me entregó un estuche y un sobre,  después me estrechó amablemente la mano.

Una vez hecho el encargo, el conseguidor me visitó con el primer cheque. La cifra que figuraba en él me dejó perplejo. Me llevé mayor susto cuando vi a un par de personas entrar cargados de regalos, era más de lo acordado. Los miembros de la panda de Villa Jardín no se lo podían imaginar, su nuevo jefe de miradas les iba a proporcionar un día alucinante. Antes de marchar, el conseguidor me felicitó por el trabajo bien hecho.

Desde entonces, cada vez que tenía un trabajo especial, aparecía el Papa Noel de los prestamistas cargado de regalos. Daba lo mismo la época del año que fuera, la navidad negra llenaba de alegría el barrio. A mí, siempre tan serio y responsable, me traía un nuevo juego que mejorara mi puntería. De esa forma, mis víctimas apenas se enteraban de mi visita.

 

Acordaros que el tercer lunes de cada mes toca publicar una nueva sensación. No os la perdáis.

El lunes 2 de febrero, a las 9 de la mañana, se publicará el próximo relato de Villapalofrío. ¡Qué estas navidades no os hayan dejado mucho carbón negro!
 
 
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42 comentarios:

  1. Vaya con el chaval... Me ha sorprendido. Lo cruel que se puede llegar a ser para no perder el supuesto bienestar. Lo peor de todo es que seguro que hay gente capaz de eso y más...Triste.

    Muy bien narrado :) ¡Lo comparto!
    ¡Besos!

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    1. Hola Carmen, a veces desconocemos todos los recovecos negros que tiene la sociedad, esto llega incluso a la nota de sarcástico si lo comparamos con la dureza de la realidad. Gracias por tus palabras. Saludos.

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  2. El chico se vendió al mejor postor, a cambio de una posición superprivilegiada. Los principios son una mentira dentro de la maquinaria del poder del dinero y el lujo. No tienen razón de ser. Lo que más me choca es que no es precísamente una enseñanza de su progenitor padre, a quien sí le remuerde la conciencia. Aunque el muchacho tampoco sufre su oposición. ¡Pues vaya con los de Villa Jardín!
    Muy bien narrado, con realismo. Me ha encantado este nuevo episodio.
    Un abrazo

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    1. Hola Marisa, la facilidad con la que se cae en las garras del poder negro es atroz. La marejada que existe entre los señores patriotas de la pasta y sus servidores llega a niveles que nosotros los miserables mortales no somos a creer. Dan asco. Gracias por tus palabras y saludos.

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  3. El lujo, reconocimiento etc. es el gran virus negro en nuestra sociedad,
    Como simple lectora (nunca escritora), me parece un espejo perfecto de realidades que nos parecen ficticias.
    Me es inevitable compartir tu visión y la forma en que la haces entrar directa en mente y alma.





    Besos enormes

    tRamos

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    1. Hola Tramos, por desgracia no son ficticias, pueden ser más o menos parodiadas pero esa basura existe, y se creen algo. Lo malo es que encima votamos a sus lacayos... Prefiero no seguir porque me quemo mucho, incluso al escribirlo he sentido ciertas nauseas. Gracias por tus palabras y saludos.

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  4. Villapalofrío es un espejo de nuestra sociedad desvalorizada donde sólo prima el amor. El amor al dinero, claro, y a todo lo material que con él pueda conseguirse, no importa cómo.
    Gran relato este tuyo, querido Nel, como siempre lo son estos tuyos de esta saga. Comparto gustosa y espero que los Reyes te traigan mucho carbón, que tal y como están las cosas, si queremos calentarnos vamos a tener que recurir a las viejas cocinas de carbón, jeje. Besos!!!

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    1. Hola Argonauta, Villapalofrío esconde todavía muchos recovecos donde hurgar. Veras en febrero, si este te impactó, el del próximo mes, que va a ser un microrrelato, va a ser fuerte, fuerte, fuerte,... Y es que la vida real nos deja a los escritores un espacio enorme donde nos inspirar.
      Como asturianos, en reyes no nos puede faltar carbón, aunque sea dulce. Saludos.

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  5. Nel, después de la primera lectura tengo que confesar que no he entiendo nada de lo que me quieres contar, quizás me haya perdido en la concentración. Haré otro intento. Sí, parece que en la segunda vuelta lo he entendido, el chaval se hace cazador de morosos. Poco te puedo comentar pues no creas que me ha gustado la historia, quizás por la falta de credibilidad, no sé. Esperaremos con interés la próxima entrega.

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    1. Hola Ximens, esta vez no coincidimos, denota que estamos vivos. Esta vez me he ido por las tendencias de los blogs sajones de flash fiction que hurgan por el lado negro de la vida. Se basan que uno es la realidad y otro lo creíble, de la juventud consideran que hace tiempo han pasado la raya y cualquier cosa es creíble sobre ellos. Un amigo, y gran lector, explora ahora entusiasmado estos horizontes y me ha leído el relato, le ha gustado, lo considera bueno. En castellano somos un poco timoratos con los temas y así nos luce. Hace tiempo he escrito dos relatos de ciencia ficción y alguien comentó que era arte menor. ¡Qué vaya a Asimov y se lo diga! Y a otros muchos más... Creo que el inglés seguirá ganándonos si somos tan esquivos a abrir caminos, a explorar, a considerar la diferencia entre real y creíble. Así todo, los venideros van por otros derroteros, los tres próximos me han salido microrrelatos y son de hechura distinta cada uno de ellos, ya sabes lo que me gusta explorar.
      Te debo más de un pase por tu blog, estoy escribiendo una novela que me quita muchísimo tiempo, pero no olvido mis referentes. Saludos.

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  6. Vaya con el zagal, nos salió rana; pero el poder debe ser muy goloso, aunque desde luego mal consejero. Pueden darse casos de estos, y mucho peores.

    Un abrazo Nel.

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    1. Hola Rafa, la crisis ha cambiado mucho el panorama. Cosas que nos parecían imposibles están pasando, cosas lejanas se aproximen a pasos agigantados. A los escritores no nos queda otra que reformarnos. Saludos.

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  7. A great post, very interesting and informative

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    1. Hola Gavin, gracias por tus palabras. Thanks a lot and bye.

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  8. La falta de escrúpulos y anteponer el bienestar propio a todo lo demás, si hubiera más empatía todo sería diferente. En cualquier caso, buen relato que nos muestra el lado negro de las personas. Saludos.

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    1. Hola Adelaida, todos tenemos nuestro lado negro, pero algunos se regodean en él. Su vida está basada en el camino torcibo y es difícil enderezarlo. Saludos.

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  9. Pues, la verdad, me parece un excelente relato. Y no creo que se trate de si es realidad o ficción; creíble o increíble. En verdad es una exploración muy sutil, de la condición humana, A veces, nos sorprenderíamos, seguro, de cómo se llega a hacer un "ganador"; un "dictador"; un "vividor". Y no es cuestión de valores, sino del orden de prioridades de cada mente...
    Quizá sólo es cuestión de esa "Insoportable levedad del ser", de la que hablaba Kundera. El fracaso que somos como humanos, mientras queremos disfrazarlo de otras cosas de apariencia ejemplarizante.

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    1. Hola DMClarisa, gracias por tus palabras. Lo que no podemos seguir en castellano es haciendo temas tabús porque pensamos que son menores, poco profundos, incongruentes,..., porque el ingles nos va a seguir comiendo la tostada. Un texto puede estar más o menos afortunado, no hay duda, pero debemos de explorar y ser valientes.

      Por cierto, en cuanto termine con lo que estoy leyendo ahora, tendré que repasarme la "Insoportable levedad del ser", hace mucho que leí esa novela de Kundera y me has metido las ganas de volver sobre ella. Gracias y saludos.

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  10. Desde nuestro lado oscuro, tal vez todos podríamos llegar a ser ese chaval espabilado y cruel, pero superviviente. Yo me alejo de esas Villas, por si acaso.

    Deja un gusto amargo la lectura, pero es un gran texto. Un abrazo.

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    1. Hola Albada2, no es fácil el lado oscuro, incluso escribiendo te exige un constante vigilar a tus espaldas no te vayan a aparecer los personajes. Pero la vida da mil vueltas y es fácil pasarse a ese lado oscuro. Gracias por tus palabras y saludos.

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  11. Supongo que todas las cosas tienen un precio, solo hay que encontrar a quien esté dispuesto a pagarlo. Yo, la verdad, entiendo al prota de la historia... al fin y al cabo es un niño.

    Original y divertido relato. Me tuvo enganchada de principio a fín!

    Un saludo.

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    1. Hola Julia, gracias por tus palabras. Verdaderamente todos tenemos un precio, incluso nosotros como escritores nos llegamos a vender, a escribir al dictado de la editorial. El niño, niño es, aunque cuidado con ellos, yo fui maestro y estoy jubilado por enfermedad, he pasado al lado de ellos tiempos maravillosos, pero tengo que reconocer que pueden llegar a ser crueles. Saludos.

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  12. Retratas una sociedad que duele, porque es la nuestra. Qué pena que sea así. Un fuerte abrazo, Nel, y felicidades.

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    1. Hola Alfredo, cada día se retuerce la sinrazón en esta sociedad que nos tocó vivir. Los sueños cada día están más lejos de nuestro alcance. Como tú dices, es una sociedad que duele, porque es la nuestra, y yo añadiría, y la única que tenemos. Saludos.

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  13. Me encanta el aprovechamiento del contexto, la crisis es muy dura. Creo que lo que más me ha llamado la atención es esa frialdad que derrocha la Navidad. Es decir, mientras haya regalos, todo da igual y es un síntoma, además de la crisis, de la pésima educación. Impresionante. Me absorbió y estoy alucinando. Buenísimo. Un abrazo

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    1. Hola Ana, todo suma, todo sigue, todo alucina..., es un totum revolutum que hace que cualquier cosa puede ser posible. Sólo hay una palabra: mafia. La mafia rusa, la calabresa, la yanqui,..., y la española. Hoy es día están saliendo historias de gente desahuciada por prestamistas con intereses grandísimos y acciones raras que no aparecen por ningún sitio. Dentro de poco lo que no será verdad es gente como nosotros, gente que va tirando y no depende de nadie. En cuanto a la navidad, no ha sido ave de mi devoción: ñoñas, pasteleras, consumistas a tope,... En fin, mejor dejarlo aquí, gracias por tus palabras y saludos.

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  14. buenas noches genialidad pura gracias me a encantado un fuerte abrazo

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    1. Hola Isidro, gracias por tus palabras, es simplemente oficio. Saludos.

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  15. Hay que ver lo que da de sí el pueblucho de Villapalofrío, ;)
    Siempre son interesantes tus relatos Nel. Los leo sin pestañear.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Hola Ohma, gracias por tus palabras. Las letras, tus letras y las mías, sacian esa necesidad que tenemos de decir, contar, mostrar nuestros infinitos mundos, narrativos y poéticos, y deseamos que los demás disfruten como nosotros lo hacemos. Saludos.

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  16. Un relato que no está tan lejos de lo que puede suceder en la realidad, pero matizado con ese estilo tan tuyo de contarlo.
    Me llamo la atención la palabra "piba", pues pensé que era una expresión típica de Argentina o Uruguay, no de España.
    Un fuerte abrazo, querido Nel.
    HD

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    1. Hola Humberto, ya cuando era joven, allá por el año Maricastaña, los jóvenes decíamos piba para referirnos a la chorba, a la chavala, no sé si por influencia de vuestra manera de interpretar la música lingüística o por nuestra sinrazón de ser snobs. Como siempre, es un gusto tenerte por mi casa. Saludos.

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  17. Sorpresivo este villorrio de Villa Jardín, me dejaste impresionada Nel.

    Un abrazo.

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    1. Hola Yashira, es que en Villapalofrío hay de todo como en botica. El cúmulo de despropósitos se acumulan uno tras otro en este villorrio de tres al cuarto. Gracias por tus palabras y saludos.

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  18. Ya puse en la publicidad de tu texto que es un relato corto que debería ser surrealista pero que para mí es real del todo. Quién dice que no puede haber ese tipo de lugar, trabajo, situación, etc... y ser tan rentable, dada la cantidad de deudores que existen, por desgracia.

    Saludos.

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    1. Hola Ricardo, el problema no es si es real o no, en literatura el problema es si es creíble o no. Tus relatos de ciencia ficción son un perfecto ejemplo, son creíbles pero no reales, en problema es que en lengua inglesa los consideran gran literatura y en castellano arte menor, así nos luce el pelo. Gracias por tus palabras, me honran y estoy completamente de acuerdo contigo. Saludos.

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  19. Un relato alucinante, Nel, que ns pone en contexto esa dualidad de las cosas, y que nada es absolutamente negro ni absolutamente blanco. Te felicito... Villa Jardín me hace pensar en un Silent Hill sicológico, jejeje. Un abrazo!

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    1. Hola Alonso, gracias por tus palabras. La de personajes que pueden nacer en ese lugar, Villa Jardín, darían para capítulos y capítulos de Villapalofrío. De momento no tengo ninguno pensado y ya tengo recopiladas historias hasta julio, mi libreta de ideas está que hierve, además de estar escribiendo la novela, tengo la cabeza a cien. Pero dare vueltas a la idea, esas calles y casas seguro que dan para mucho. Saludos.

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