Sacó el carné
de conducir naves espaciales el mismo día que le contrató la empresa de viajes
interplanetarios. Su duda inicial se rompió al comprobar lo cierto que era lo dicho
por su amigo: “Si quieres salir del paro, sácate el carné de conducir cohetes”.
Firmó contrato y le mandaron tripular una nave hacia la luna. Su base espacial
necesitaba víveres con urgencia. Le dieron un neceser interestelar, un uniforme
y una tarjeta Espavisa para gastos cósmicos.
No supo si
fue largo o corto el trayecto a la Luna: los suspiros, el control de los mandos
y sus sueños entrecortados no le dejaron calibrar. La llegada a la base lunar y
su recorrido de pasillos lo desorientó. Tuvo que tomar un taxi para acercarse a
su hotel. Pasó un día muy raro: metido en su cuarto, mirando prospectos lunares
de los lugares más visitados y películas exuberantes.
Entró en la
nave espacial para iniciar su viaje de vuelta. Se aseguró que recargaran el
combustible, subieran las hortalizas del invernadero lunar y sellaran la valija
de correos. Cerró todas las compuertas y dirigió sus pasos al pasillo que lo
llevaba al centro de mando. Al entrar se asustó, otro tripulante muy charlatán iba
a hacer el viaje con él.
A mitad del trayecto,
su compañero enmudeció. Sus ojos no se movían de un punto en la galaxia. Su
voz, apenas audible, le informó que el lugar señalado por su dedo fue donde
chocó hacia mucho tiempo con el meteorito..
Que grande eres Nel, casi como un viaje interestelar.
ResponderEliminarTu imaginación y creatividad no tiene límites. Se te ha echado de menos, lo sepas y mucho.
Las insurrecta aun no encuentra el momento de la resurrección pero no podía dejar de saludarte.
Un beso grande desde mi mediterráneo, esta vez Tarragonès, pero mediterráneo al fin y al cabo.
Me gustó mucho.
ResponderEliminarEl chico de la curva interespacial. Una buena revisión.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Un micro futurista e impactante con ese aparecido en los espacios al regreso del viaje.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un abrazo.
Este micro espacial es más humano que si lo hubieses desarrollado en la Tierra. Y en eso reside lo estupendo del relato.
ResponderEliminarUn abrazo, Nel!
Nos has sorprendido con la compañía del fantasmín.
ResponderEliminarMuy bueno imaginación Adivín.
Besines, bicos.
Son muchos los aciertos de esta historia. La naturalidad con la que el narrador la cuenta, que aún haya paro en un futuro interestelar y se contrate becarios, y que existan "puntos negros". Me has hecho sonreír, Adivin.
ResponderEliminarPor lo que nos cuentas, Nel, el futuro será muy parecido al presente, inluídos los fantasmas para avisar de las catástrofes, buena idea esa para salir del paro.
ResponderEliminarMenuda imaginación tienes amigo mío.
Un fuerte abrazo y cuánto celebro tu regreso, no me cansaré de repetírtelo.
Yo veo la luna muchas veces,,,,un abrazo desde Murcia....sobre todo cuando cierro los ojos...
ResponderEliminarQué buen cuento, me llevó a mi época de literatura de ciencia ficción, qué fresca que sigue siendo.
ResponderEliminarGracias por este momento.
Un abrazo.
HD
Gracias a todos por hacer este mundo virtual tan vivo con vuestros comentarios. Mi vuelta me ha acelerado el corazón y me he retirado a meditar. Ahora ya sé que estoy de vuelta, que necesito la adrenalina que vosotros me aportáis. Gracias de nuevo.
ResponderEliminarCon este pequeño relato se puede deducir que posees una imaginación muy robusta. El final abierto, que cada uno le ponga el que quiera.
ResponderEliminarMe gustó.
Un abrazo, Nel.
Señor Adivín, si te hacía por otros lares. A sido leyendo a Ximens que te he visto comentar y me he preguntado por ti. Y mira, sigues aquí, y yo que pensaba que lo dejaste para seguir con tu blog en bable. Pues es una suerte verte de nuevo, si. El chico de la curva, un clásico que no pasa de moda. Hay mitos que trascienden el tiempo, si señor. Muy bien.
ResponderEliminarSaludos.
Saludos también a vosotras dos desde mi nave que no deja de volar. A ti Citizen_0 decir que me he puesto como unas castañuelas al ver tu comentario. Espero poder leer algo más de ti, pero en este caso alguna entrada. Tu estilo es algo que no se puede olvidar y es una pena dejarlo.
ResponderEliminarSaludo a las dos.