Mi vida apenas gozaba de popularidad hasta que un día
apareció mi fotografía en toda la prensa. “Acusado de matar a su jefe se da a
la fuga”. “Se busca asesino en paradero desconocido”. “Estropea el chaqué de su
jefe con un rifle de marca vulgar”… Mi calvario comenzó entonces: me entregué, proclamé
mi inocencia y no me creyeron. Vi declarar que me habían visto cometer el
crimen a perfectos conocidos a los que no reconocía. En apenas tres sesiones di
con mis huesos en prisión. Mi estancia
no fue larga en tan selecto lugar: alguien me clavó un puñal, matándome sin
acritud alguna…
Nada más llegar al Cielo, el Señor de las Llaves me aseguró
que después de muertos todos éramos iguales delante de nuestro Señor. Ahora
estoy aquí, en esta inmensa habitación que nos lleva a las puertas del futuro.
Me niego a cruzarlas. Esperaré con paciencia a que aparezca alguna de las
personas que cometió la tropelía.
Pasaron muchas almas, muchos meses y años, mucho
aburrimiento y mucha miseria (no pensé que hubiera tanta). De los susodichos culpables
no vi ni la estampa: o eran muy longevos o tenían ya que estar muertos.
Logré colarme de nuevo en la entrada y hablar otra vez con
el Señor de las Llaves. Su respuesta fue suave y a la vez muy contundente:
-Es que esos señores son de la casa y entran por el jardín.
Me alegra muchísimo que hayas vuelto a publicar, mi amigo!!! Y vaya que has regresado con todo. Tu pluma sigue intacta y tu fina hilaridad es un remanso entre tanta nonada. Felicitaciones y un abrazo para tí!
ResponderEliminarP/D: Tú dispones de tu tiempo, nosotros siempre estamos atentos para leerte. ;)
¡Cuánto me alegra tu vuelta, Adivín! Estoy seguro de que no imaginas el hueco que habías dejado.
ResponderEliminarAdemás, como dice Bee, has vuelto dejándonos ver que tu estilo sigue intacto. Me gusta esta pieza de sutil ironía crítica, muy bien tejida con humor.
Tu ven y dejanos un regalo cuando quieras. Yo subiré cada vez que vea la luz encendida.
Un abrazo.
Grato reencuentro. Gracias por dejar tu impronta en mi casa y así saber de tu regreso.
ResponderEliminarSinceramente, me había preocupado tanto tiempo...
Un gran abrazo
Se te echaba de menos, Nel. Me alegro de tu vuelta y de tu texto. Espero que estés bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también me alegro de esta vuelta! Un año o un poco más es mucho tiempo! Espero que todo esté bien!
ResponderEliminarY oye, ves como no todos somos iguales? Tu relato lo acaba de confirmar!
Un besote!
;)
Me alegra muchísimo tu regreso, te he echado en falta en este mundo blogger, aunque parezca que no somos nada. hay personas que dejan mucha huella y tù eres uno de ellos, ojalá este alejamiento haya sido útil y aprovechado, seguro que has estadso muy atareado.
ResponderEliminarFeliz regreso, espero me permitas visitarte cada vez que pueda.
Me alegra volver a leerte.
ResponderEliminarBien!!! Tú por aquí, y con una entrada de lujo.
ResponderEliminarMe encanta la ironía, que la lleves ahí arriba, sí, todos iguales pero algunos no entran ni por la puerta, se le ve la mosca a ese Señor.
Abrazos en plan te esperaba con impaciencia
Me gusta volver a leerte y más al comprobar que la pluma virtual está bien afilada y rasga la pantalla del ordenador. ¡Un micro redondo!
ResponderEliminarUn abrazo y ¡viva la anarquía y falta de normas!
Qué bueno encontrarte, Adivín!
ResponderEliminarMe encanta tu regreso.
Te mando un saludo enoooooooooorme!
Bienvenido de nuevo, me ha gustado mucho tu relato.
ResponderEliminarun abrazo
fus
¡Qué bien Nel! De la emoción por tu regreso casi no podía leer el texto.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Nel, me alegra volverte a leer y como antaño da gusto leer tus letras.
ResponderEliminarEspero que este regreso sea para siempre.
Un fuerte abrazo.
Unos somos más iguales que otros. Como decíamos ayer...Un enorme placer volver a tu casa Adivín, nunca te fuiste.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Me ha encantado ese Señor de las Llaves y esos que por ser de la casa entran por el jardín...
ResponderEliminarPara volver lo has hecho de una manera magnifica.
Bienvenido a este mundo de ventanas por las que nos comunicamos con las letras y las fotos.
Besicos.
Me alegro de tu regreso, alguien ha frotado tu lámpara. Aunque disfruto un montón de tus fotos por fb. Hoy nos narras lo que ya sabemos, que el cielo no existe como nos lo han contado. Y sí, siempre hay una puerta trasera por donde se cuelan. Nos leemos.
ResponderEliminarPues doblemente feliz de tenerte de vuelta, Adivín: en tu casa con tus letras, en la mía con tu presencia.
ResponderEliminarBienvenido, amigo mcrorrelatista!!!
Hola, un placer pasar por tu buen blog, te felicito por tu gran trabajo, aquí me tienes felicitándote. Te invito cordialmente a que leas mi nuevo poema titulado “El poema cósmico”, es un poema romántico entre estrellas.
ResponderEliminarSe te suma un nuevo lector en tu nueva etapa, mientras me pongo al día de lo anterior.
ResponderEliminarComo bien me decías, nos leemos ;)
Gracias amigos por vuestras palabras. Estoy encantado de estar de nuevo con todos vosotros. Ahora me toca menos hablar y más contar. Me pongo a ello.
ResponderEliminarSaludos.