Bombay se aleja de sus lluvias monzónicas. Apenas quedan unas ligeras gotas que se deslizan con suma levedad. Las calles se llenan de gente jaranera. El concurso de barritos llega a su edicción ciento cuarenta y dos. Elefantes de toda la India habían venido a competir. Era el certamen de más renombre en todo el continente. Su prestigio le venía de sus jurados imparciales y su organización ejemplar. Si nada lo evitaba, sería un éxito de público y crítica. Sólo existía un ligero problema, el ganador estaba hospitalizado en su ciudad natal. No se sabe si su premio lo recogerá el presidente de la nación o un santón. En estos momentos están telefoneando al campeón al hospital. En sus manos está. Mowgli decidirá.
Hoy sábado he publicado al unísono esta microrelato en el Microrrelatista, en Brevedades y en este mi blog. Es un micro completamente nuevo que escribí antes de poner en barbecho mis blogs. Pienso que volveré a repetir la experiencia de publicar al mismo tiempo un micro nuevo en los tres blogs ya que me parece interesante. El lunes 28 de febrero volveré a publicar con normalidad mi blog así que os espero. Saludos.